Quiero de nuevo compartir un video que me ha hecho pensar mucho acerca de las distintas concepciones que tenemos de la integración, de las diferentes capacidades, de las necesidades educativas especiales….
Me gustaría, antes de nada, introducir brevemente a la persona que vereis en el video.
Temple Grandin (nacida el 29 de agosto de 1947 en Boston) es una zoóloga, etóloga y profesora de la Universidasd de Colorado. Actualmente es profesora de comportamiento animal en la Universidad de Colorado. Además, es autora de libros como Thinking in Pictures e Interpretar a los animales.
Es una gran defensora del bienestar de los animales, sobre todo de los animales explotados por la industria ganadera. Ha reformado mataderos y ranchos a lo ancho y largo de los Estados Unidos en defensa de una vida y una muerte digna de los sujetos.
Debido a su condición de autismo, considera que el pensamiento de una persona con esta condición es una especie de apeadero entre el pensamiento animal y el humano. Esto la ha llevado a realizar experimentación y a profundizar no sólo en la etología sino también en la neuropsicología.
Aunque el nacimiento de Temple Grandin fue normal, el desa0pego progenitor se manifestó, a los seis meses, cuando su madre empezó a notar que rechazaba los abrazos. Más tarde se hizo evidente que la pequeña Temple no soportaba que la tocaran.
A los tres años, los médicos dijeron que tenía daño cerebral. A los 16 años fue a pasar unos días a la granja de ganado de su tío y allí se fijó en una máquina que se usaba para tranquilizar al ganado cuando venía el veterinario a explorarlos: dos placas metálicas que comprimían a las reses por los lados. La presión suave parecía relajarlas. Entonces pensó en hacer un artilugio semejante para ella: una máquina de dar abrazos. Lo que le proporcionaría el estímulo táctil que tanto necesitaba pero que no podía obtener porque no soportaba el contacto físico con las personas.
Poco después entró en una escuela especial para niños con problemas emocionales, y sus profesores la animaron a que construyera la máquina. La máquina permitiría a la persona que la usara controlar la duración y la intensidad del “abrazo” mecánico. Así Temple realizó experimentos que la animaron a matricularse en la universidad. También se convirtió en parte de su propia terapia. La ayudaba a relajarse y le sirvió para empezar a sentir cierta empatía hacia los demás. Hoy hay clínicas para tratamiento de niños autistas que utilizan la máquina inventada por Temple.
Decidió estudiar psicología y especializarse en comportamiento animal dada su estrecha relación con los animales. En la adolescencia, parte de la terapia pasaba por montar y cuidar a caballos. Pero ella pronto descubrió que éstos también tenían problemas emocionales, lo que la inspiró a dedicar su vida a la mejora del bienestar animal.
Temple Grandin tiene ahora 65 años y es una referencia tanto en bienestar animal como entre la comunidad autista.
El neuropsiquiatra Oliver Sacks dedicó un capítulo en Un antropólogo en Marte a la vida de Temple. Su libro fue la primera narración sobre el autismo contada desde dentro. Hasta entonces, tanto médicos como familiares de personas con autismo habían pensado que dentro del pensamiento de una persona con autismo no había nada. La autobiografía de Temple, publicada en 1986, asombró al mundo.
Espero que esta pequeña introducción os haya alimentado las ganas de ver el video de Temple Grandin. A mi, desde luego, me parece interesantísimo.
Podeis ver el video en el siguiente enlace:
Temple Grandin: el mundo necesita todo tipo de mentes